sábado, 18 de octubre de 2008

SOY INVISIBLE

Un día soñé que era invisible. Soñé que me ponía una especie de capa como la de Harry Potter y que podía convertirme en “algo” invisible.
Cuando me ponía la capa me sentía indiferente. Sentía que estaba sola, cómo muerta; sin nada.
Me quedaba perpleja al ver cómo podía la gente ser tan asquerosa. Podía ver la habilidad que mis compañeros de clase tenían para criticar a los demás. Era capaz, y tenía la suerte, de poder saberlo todo sobre todos, pero eso, al mismo tiempo, me angustiaba muchísimo. No quería escuchar los centenares e incluso miles de insultos que salían, en dos simples minutitos, de sus bocas, aquellas que antes me parecían tan indefensas. Veía la verdad de las cosas, y no me gustaba nada.
Cuando hago algo malo, mi padre es el que me regaña; mi madre nunca opina sobre nada. Y me sorprendí también, al descubrirlo. Mi madre le daba instrucciones a mi padre, y luego era él el que daba la cara y se peleaba conmigo.
No solo vi eso. Lo vi TODO. Vi como funciona de verdad la política, el mercado, los negocios, los países, las culturas, las “democracias”… Vi como era realmente el mundo; y si tengo que decir verdad, me decepcionó bastante.

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Vaya Nuria, con tu capa pudiste ser Dios durante un tiempo! Otros autores han tratado este tema de alcanzar a ver la verdad y no sentirse a gusto con ese poder.
Muy bien