jueves, 6 de noviembre de 2008

De la rendija de la puerta salió una mancha de sangre

Había un grupo de amigos que se fueron a la montaña a buscar setas. No habían ido nunca por eso tenían muchas ganas de ir.
Ya en la montaña, se ponían en caminos muy escondidos, que apenas podía pasar alguien. Iban subiendo montañas hacia arriba sin saber donde estaban.
Encontraron muchas y de diversas clases. Estaban muy orgullosos de haber encontrado tantas en el primer dia.
Pero, empezó a oscurecerse, era un día de noviembre a las siete de la tarde y no encontraban el camino de bajada. Estaban todos preguntándose: - ¿Y ahora que hacemos? -

Decidieron continuar caminando hasta que uno de ellos vio una luz de una casa y se dirigieron hacia ella. Pasaron mucho miedo cuando oyeron unos rugidos de animales. No sabían si eran osos, jabalís, ciervos o algún otro animal de la montaña.

Por fin llegaron a la casa, era un refugio en medio del bosque, donde algunos excursionistas o cazadores pasaban la noche. Tenían la chimenea encendida y estaban cenando. Entraron en el refugio y se pusieron a cenar tranquilamente. Uno de ellos nos dijo que se iba al lavabo pero
vio una mancha de sangre en la rendija de la puerta. !Ahhhh, que es esto! Los cazadores les dijieron que no se espantara que era sangre de jabalí que habían matado en aquel mismo día.


Josep Molleví

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Muy bien Josep!
Sólo tienes alguna falta de acentuación y poca cosa más. La redacción es original.