miércoles, 19 de noviembre de 2008

·Un día de mi vida dentro de 15 años

Me despierto a las 7 de la mañana para ir al trabajo. Antes de levantarme de la cama, giro la cabeza y veo a mi chico. Aunque llevamos 10 años juntos, no nos hemos casado porque los dos pensamos que si quieres a alguien, lo quieres con o sin papeles. Le doy un dulce beso para despertarle. Le encanta que le bese por las mañanas.
Antes de ir a la cocina, me dirijo a la habitación de mi vida. Mi muñeca, mi hija. Morena como su padre y de ojos grandes, como los de su madre. La visto con un bonito vestido color beige y unas bailarinas a conjunto.
Vamos a la cocina. Su padre le prepara el almuerzo. Una tostadita con jamón, como siempre. Yo le hago un vaso de leche con cacao. Le encanta el chocolate. Nosotros nos tomamos un café.
La niña y yo cogemos un coche para irnos al colegio. Él coge el otro para irse a la oficina.
La dejo en la clase de P-4, y me dirijo a tercero de ESO. Abro la puerta. Como siempre todos bien callados. Me respetan. Nos respetamos. Empiezo la clase de lengua extranjera con un simpático “Hello!”. Se divierten conmigo.
A las 5 cojo a mi pequeña y nos vamos un rato al parque de al lado. Cuando llegamos a casa, la niña va a jugar y yo ha hacer la cena. Verduritas para mantener la buena línea.
Llega mi corazón, cansado de trabajar. Pero me da un agradable beso. Tierno como de costumbre. Cenamos. Antes de ir a dormir, el padre le cuenta un cuento a su princesa para que se duerma.
Nos estiramos los dos en la cama. Nos damos 2 besos. Me da un abrazo y esperamos que llegue el siguiente, y aún mejor, día.

1 comentario:

Teresa dijo...

¡Uy, Nuria! ¡Qué bonito! Cualquiera diría que ya has empezado a recibir la influencia del espíritu navideño. Sólo ha faltado que tus suegros vinieran a veros por la tarde para ayudaros con la niña. Formalmente, una redacción muy correcta, en cuanto al contenido, todo muy blanco e inocente.