miércoles, 7 de enero de 2009

Carta a un presidiario

“Querido Adam:

¡No puedo creer que te hayan pillado! Lo digo en serio, sabia que eras idiota, pero siempre creí que no tanto. Nos la has pegado y buena, ahora esos polis tienen el barrio mucho más vigilado que de costumbre, ¡hasta es imposible robar una chocolatina!
Tu hermana esta preocupada por ti, pero no quiere escribirte, dice que eres un estúpido –lo que yo decía- y que haber si maduras de una vez y dejas de jugar al gato y al ratón con la policía. No te deprimas, solo esta enfadada, no la culpo. Tienes que reconocer que soy mucho más lista que tú, cuando la poli llegó tendrías que haber dejado el rubí y subir conmigo hasta el tejado, eres demasiado avaricioso, siempre te lo digo. Siento haberte dejado colgado, pero sabes que una tiene que mantener la reputación, al fin y al cabo yo soy la niña buena, y sin mi no harías nada.
Con un poco de suerte saldrás pronto de aquel agujero, he contratado un buen abogado, te vendrá bien. Suena irónico que el dinero que ganemos el mes pasado ahora sirva para ahorrarte problemas.
¡En fin, aquí lo dejo, pásatelo bien!
Muchos besos.

David Bisbal”

PD: ¡No he puesto mi nombre real idiota!

1 comentario:

Teresa dijo...

María:
¡Me gusta mucho!, muy bien redactado, parece muy espontáneo pero a la vez es correcto,rápido y divertido.
¿Seguro que es tuyo?